Una casa para vivir la naturaleza
La ecologa y la salvaguarda del medio ambiente preocupan a la mayoría de los ciudadanos.
Entre todos los materiales de construcción la madera es, como es sabido, el único natural y renovable.Las operaciones de transformación del árbol en madera son mínimas y apenas necesita energía, en comparación con otros materiales tradicionales.
La casa de madera nace del bosque, ese pulmón de la tierra que genera oxigeno, fija el anhídrido carbónico y reduce el efecto invernadero, un medio en el cual se elaborara el más ecológico de los materiales: la madera.
Contrariamente a lo que defienden algunos ecologistas radicales. En cualquier latitud en la que nos encontremos y sean cuales sean las especies arbóreas, el bosque ha de ser mantenido y cortado de forma ordenada para que su ciclo natural continúe.
En los bosques abandonados los árboles mueren de viejos, víctimas de la competencia mutua,sufren ataques de parásitos, y se descomponen. El bosque deja entonces de producir oxigeno con lo que su papel ecológico se altera.
El respeto al ciclo inmutable de la Naturaleza, impone, por tanto, una explotación racional que permita mantener el bosque activo.
Una vivienda sana
En el bosque ordenado todo es puro y sano. Ver, tocar y sentir respirar los árboles provoca un bienestar que se percibe en cierto grado en las viviendas de madera. Esta sensación de confort y bienestar no es una ilusión: la madera es uno de los materiales de construcción más sanos.
En primer lugar la casa de madera es una casa que respira: absorbe y expulsala humedad regularizando así la del medio ambiente interior. Contribuye a evitar dolencias de reumatismo y de vías respiratorias, por estabilizar la humedad, y filtrar y purificar el aire. El campo bioeléctrico natural de la madera proporciona además un estado de equilibrio en el cuerpo humano.
Nuestro metabolismo, influido por las radiaciones y los campos electromagnéticos de la Tierra, puede sufrir en una casa tradicional los efectos de una verdadera caja de Faraday. La de madera, permeables a las radiaciones naturales, no distorsionan estos sutiles campos y contribuyen así a la salud. Un viejo proverbio escandinavo dice. “Si tu médico no puede hacer nada por ti, cómprate una casa de madera”.
Por otra parte las propiedades acústicas de la madera son ampliamente reconocidas: absorbe una parteimportante de la energía de las ondas que recibe, con la consiguiente reducción de la polución acústica. La casa de madera es una casa silenciosa, lo que reduce el estrés de sus habitantes.
Los criterios sociológicos y simbólicos de los materiales son valores referenciales y constituyen una herramienta de diseño para cualquier proyectista. La madera refiere directamente a valores naturales que el hombre necesita sentir por su propia condición orgánica. Sin caer en actitudes panteístas o mitologías telúricas conviene resaltar que es un material vivo, que provoca un vínculo emocional con la Naturaleza haciéndonos volver simbólicamente a nuestras raíces.
sábado, 12 de julio de 2008
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